25 de noviembre de 2014

GROENLANDIA 2013 (6): QEQERTARSUAQ

Las noches de marzo duran 12 horas en Groenlandia, igual que en el resto del mundo, por cierto... La nuestra de aquel día duró algo menos, porque ya había avanzado mucho cuando nos retiramos a descansar, y a las 6  nos estaba esperando el siguiente capítulo de nuestra aventura. Una imagen vale más que mil palabras, suelen decir:



En vuelo regular de Air Greenland, el helicóptero nos llevaba a QEQERTARSUAQ, una localidad de tan solo 900 habitantes, único enclave habitado permanentemente en la isla de Disko, frente a la bahía de Ilulissat. Allí teníamos previsto pasar unos días con un cazador profesional, viajando con el por el hielo, comiendo con él, durmiendo con él...


El vuelo, y la hora exacta del amanecer cuando estábamos en el aire, y mi posición junto a la ventanilla, claramente convirtieron aquel amanecer en el más hermoso y espectacular de mi vida. Y aunque pienso seguir buscando aventuras emocionantes para mis ojos, creo que ésta seguirá estando en la parte alta de mi lista para siempre:


Al aterrizaje en el pequeño aeródromo le siguieron las oportunas presentaciones y la pequeña caminata hasta la casa de nuestros anfitriones...






Ove y Najánguaq, que tienen muy poca pereza para sacar la guitarra y deleitarnos con una sesión de folclore local. En los próximos días tendremos varias como ésta, siempre junto a una taza de café o té caliente.



Y el primer paseo por la "ciudad": Calles muy peligrosas, al menos para nosotros, llenas de hielo al acecho de nuestras obres espaldas desprevenidas. Temperaturas muy cálidas para la época del año (incluso algunas horas por encima de -10º C a mediodía), y desde luego muy poca nieve este invierno. Pronto nos explicarán, o comprenderemos nosotros solos, que la aventura de pasar varios días con los perros no es viable. Apenas hay nieve por donde los trineos puedan circular. Esperamos, al menos, tener actividades interesantes para los próximos tres días en Qeqertarsuaq. Y de momento, paseamos junto a la iglesia, el parque de bomberos, el parque infantil, donde los niños juegan en camiseta, el supermercado...













Visitamos el museo local, repleto de historias de la conquista, de la colonización, la esperada visita del rey de Dinamarca (que no llegó a producirse), e incluso una semblanza del personaje ilustre de la era moderna, el programador RASMUS LERDORF, creador del lenguaje PHP que se usa mucho en internet. El guía del museo es Larseraaq, el hijo de nuestros anfitriones, que nos acompañará también en nuestros días por allí.




Conoceremos a Johanes, el cazador, que nos enseñará cómo tratar con los perros, cómo funciona el trineo, cómo aparejarlo, cómo equiparse contra el frío. Estamos como locos por viajar en trineo, aunque parece que nos vamos a quedar con las ganas...






Esta gente nos está haciendo sentir como en casa, en doce horas casi nos sentimos como de la familia. En general no hay problemas para comunicarse en inglés, y nuestras bromas parecen funcionar a través de la diferencia cultural, así que la conexión enseguida se va haciendo fuerte. Esta noche, después de cenar, saldremos un rato en busca de nuestras añoradas auroras. Y seguramente volveremos tarde, aunque no necesitamos llave para entrar en casa. Todas las casa están todo el tiempo abiertas. Las ventajas de vivir en un pueblo, ¿no?

Y por cierto, la noche fotográfica se dio bien, bastante bien. El frío es soportable, no baja de -20º C, y el cielo está despejado...




A veces, cuando la aurora se sitúa sobre nosotros, parece que realmente está cayendo sobre la tierra. Es lo que los expertos llaman una "corona":


Y ya fatigados , pero satisfechos, vamos volviendo hacia casa, aunque siempre preparados para alguna última sorpresa...


Hasta que, como ya ocurrió anoche, las últimas luces se van disipando, justo a la puerta de casa, como diciendo: "Buenas noches, descansad que mañana habrá más..."

19 de noviembre de 2014

GROENLANDIA 2013 (5): ¡AURORA!

Hola a todos, queridos amigos:
Pues sí, por fin, ya he desvelado el secreto de este capítulo, así que ya podéis dejar de leer... O no.
Nos quedamos hace unos días descansando de la jornada en la que fuimos a reconocer el Icefjord, ¿recordáis? Pues esa misma tarde, ya parecía que los cielos se querían abrir poco a poco, así que nuestra merienda-cena transcurrió con el ojo en el balcón, viendo caer la tarde y deseando que llegara la noche. Y cuando por fin llegó, con todas nuestras baterías bien cargadas, y los abrigos casi puestos, nació una de las frases que el viaje acuño para siempre en nuestras memorias: "¡chicos, vámonos, la cosa se está poniendo verde!" Al principio sólo eran unos pequeños destellos casi imperceptibles, algo así:


¡No nos había dado tiempo de salir! Estábamos muy nerviosos, desde luego pensábamos que tal vez fuesen las únicas auroras del viaje. No pude evitar recordar mi primer viaje a Laponia, allá por 1993 (creo que ya ha nevado algo), cuando en el aeropuerto de KIRUNA, en Suecia, nos recibieron los locales vestidos de samis, y con un par de renos ataviados para la ocasión, y mi amigo Antonio de la Rosa, de quien ya hemos hablado alguna vez (Más sobre su vida aquí, no lo olvidéis) decía: "Buff, renos, si nos vamos a hartar!", y luego no vimos más en todo el viaje...
Lo cierto fue que antes de salir de ILULISSAT, la cosa se fue poniendo más fuerte y yo no quise seguir sin lanzar un segundo intento:


La noche estaba perfecta, la aurora se mantenía firme y muy potente en el cielo, así que nos fuimos tranquilizando un poco y continuamos la caminata por la pista que conocíamos del día. El paisaje de tierra no acompañaba, y como veis en las fotos, mucha nieve no había. Por suerte, el espectáculo estaba en el cielo:


Los más expertos ya habréis notado que para estas fotos usé el ojo de pez. El suelo queda totalmente distorsionado, pero es que la aurora era enorme, ningún otro objetivo permitía capturarla entera. Mientras, Juanjo andaba colocando sus instrumentos de time lapse. O sea, una cámara como la mía, pero quieta disparando en el sitio durante 20 o 30 minutos (a veces más) para convertir las fotos en un video.
También creo que debo llamar vuestra atención sobre las estrellas. Puede parecer algo normal, cualquier aficionado serio hace fotos donde salen las estrellas, pero es que ¡Casi había luna llena! Definitivamente, el cielo en Groenlandia es un espectáculo como jamas lo habíamos visto.


Pero la noche seguía, y mientras veíamos las luces evolucionar, y esperábamos el tiempo que necesitábamos para los time lapses, se nos iban ocurriendo ideas: "¿y si metiéramos un flash aquí?¿Qué pasaría?¿Lo probamos?" Aunque lamento que no nos diera tiempo a llegar al Icefjord, como veis, nos seguía costando encontrar paisajes vistosos. Pero fue divertido:


¡Incluso llegamos, en un desprecio total de la muerte, a arriesgar nuestras vidas un par de metros más allá del sendero!


Hasta que se nos ocurrió la que esa noche consideramos, sin duda, nuestra idea más brillante, que aquí comparto con vosotros: El autorretrato nocturno... ¡sin flash! Dejadme que os cuente el truco, que no tiene ningún misterio: simplemente, la luna lo iluminaba todo, y bastante, además. Estábamos haciendo fotos con velocidades que rondaban los 15 segundos, a veces incluso menos. Se nos ocurrió que esta foto sería un nuestro pequeño homenaje a aquellos fotógrafos del XIX y principios del XX, que necesitaban que sus retratados se estuvieran quietos tanto tiempo como eso, y más... Y eso hicimos. Y os aseguro que fueron necesarios muchos intentos, muchos, hasta lograr un resultado solvente: siempre había alguien a quien le daba la risa en mitad de la toma. Pero al fin, aquí está el mejor resultado. Podéis juzgar vosotros mismos, pero no me digáis que no estamos monos y aventureros. 20 segundos sin moverte, casi sin respirar. Hombre, muy naturales no se puede decir que salgamos:

(De izquierda a derecha: Juanjo Rubio, Luis Martínez y Rafa Ruiz)

Y la noche seguía, pero las auroras se iban debilitando. En alguna parte habíamos leído que si aflojaban, no volverían a ser fuertes en unas horas. O tal vez ya estábamos cansados y necesitábamos dormir un poco. O tal vez ansioso, no recuerdo, por enchufarlas a nuestro ordenador. El caso era que ya debíamos marcharnos, y para entonces, ya habíamos llegado al fiordo de hielo; para entonces, ya sólo quedaba la luna, y el hielo, y el mar en calma...



11 de noviembre de 2014

GROENLANDIA 2013 (4): LAS PRIMERAS LUCES

Queridos amigos:
Bueno, pues no podemos decir que nuestra primera noche en Groenlandia haya sido un éxito. Después del bocadillo y la pequeña siesta a la que nos disponíamos al final del capítulo anterior, poco a poco cayó la noche. Estamos a mediados de marzo, cerca del equinoccio de primavera, con lo cual los días duran, igual que las noches, unas 12 horas. Aunque en estas latitudes, la diferencia entre día y noche varía a razón de ¡una hora por semana!
Y en todo caso, con la noche cayó también un deprimente manto de nubes que parece echará por tierra nuestras ilusiones para la primera noche. Cada poco tiempo nos asomamos a la terraza, con la esperanza de ver un trozo de cielo, pero pasan las horas y nada. De modo que finalmente decidimos acostarnos y descansar. antes de las 6 ya será de día, y entonces intentaremos fotografiar todo aquello que se deje.
Y en efecto, nos levantamos y todavía sigue nublado, aunque ya emprendemos el camino al Icefjord, queremos conocer la zona lo mejor posible porque no hemos perdido la esperanza de tener que maniobrar por ella de noche. Al poco de salir del pueblo nos encontramos con una de las constantes groenlandesas: hay perros por todas partes, viven en pequeñas cercas a las afueras, a la intemperie o en pequeñas casetas, y sus dueños los atienden cada día. También hay casa más grandes que los tienen en su parte trasera, pero en general, las afueras de los pueblos son algo así:


El resto de nuestro camino hacia el Icefjord es una carretera, mitad asfalto, mitad hielo traicionero asesino, que nos lleva a la entrada del sitio Patrimonio de la Humanidad. A partir de aquí, un sendero de tablas nos adentra en el fiordo. Y cuando llegamos, siempre pendientes del hielo, podemos abandonar el sendero en algunas partes, porque realmente hay muy poca nieve. La luz sigue sin ser buena, pero por aquí pasaremos el día, buscando localizaciones y disfrutando (alucinando más bien) de lo que tenemos delante. De este fiordo, la fuente de hielo más activa del hemisferio norte, salió el Iceberg que mató al Titanic a los pocos días de su botadura, en aquella noche de abril de 1912...




Y a veces, cuando vemos algún barquichuelo allá abajo, navegando por entre los bloques, caemos en la cuenta del tamaño de las paredes, de lo impresionante d ella naturaleza en estado puro, de que no somos nada, en definitiva.
Vamos volviendo a la ciudad, siguiendo las piedras pintadas que marcan uno de los varios senderos señalizados en la zona (hay uno de hasta 20km, hasta la cabecera del glaciar, que no se puede recorrer en invierno), y dedicamos un nuevo paseo a los detalles y los colores que tanto nos llaman la atención. Comprobamos que efectivamente la nieve es muy escasa, lo cual dificulta enormemente los transportes en invierno, ya que sin nieve no hay trineos, y sin trineos apenas hay comunicaciones por tierra...





Volvemos a visitar el puerto, adonde van llegando los barcos pesqueros que también de forma temprana están empezando la temporada de primavera. Vienen limpiando el pescado, por eso les salen tantos "amigos" alrededor.



Y También nos llaman la atención las tuberías del agua corriente, que llevan una "fina capa de aislante", acompañada de una serie d tubitos estrechos por donde se hace circular el agua caliente en invierno...


Y ya nos vamos recogiendo, de nuevo, a descansar. Pronto caerá la noche y queremos estar fuera de nuevo. Pero hemos pasado un día lleno de sensaciones nuevas, y queremos recapitular y organizarnos. Cada día hacemos unas 1000 fotos, y estamos ansiosos por ver qué va saliendo. Aunque el día en general ha sido gris y poco luminoso, nos ha dejado alguna pequeña perla...




Pero de momento, basta, ¿no?

Hasta pronto a todos, y gracias por vuestro apoyo y por compartir!